Si tuviéramos que hablar de programas de autonomía y movilidad infantil en España posiblemente los podríamos contar con los dedos de la mano. De entre todos ellos, hemos tenido el privilegio de conocer de cerca el programa Stars que se desarrolla en Madrid desde hace algunos años. Se trata de un programa cuyas virtudes trascienden la voluntariedad y vocación de profesores iconoclastas que habitualmente ponen en marcha estos programas a título particular contra viento y marea. Además, encaja perfectamente con una idea afortunadamente cada vez generalizada de lo urgente que es resolver los problemas de autonomía infantil que tenemos en nuestro país.
En la pasada jornada del Congreso Nacional de Medio Ambiente hemos tenido la oportunidad de escuchar a los principales activos de esta coyuntura infantil, educativa, institucional y social. Todo ello de la mano de los protagonistas de varias ciudades europeas que están apostando de forma valiente y decidida por invertir la tendencia al desapego social y cultural en la promoción de una nueva forma de entender la ciudad y, por ende, de la autonomía infantil. En un escenario, la ciudad, donde ya no se juega en la calle, donde el espacio público ha perdido notoriedad como lugar de encuentro y todo o casi todo está subyugado a una ingeniería excesivamente basada en el coche o, con más dolor aún, donde la sociedad ha perdido la confianza colectiva, colegios como el Ignacio Zuloaga o el instituto Juan de La Cierva, arrojan sin embargo luz a la encrucijada urbana.
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| Profesores, alumnado y advisors del Colegio Público Ignacio Zuolaga de Madrid frente a la sede del congreso CONAMA 2014. |
Los profesores y alumnos, en armonía con familiares de estos centros educativos, celebran todos los viernes el "BICIBUS" y, una vez al mes, celebran lo que ellos denominan el "BICIPINIC" o el "BICICHURRO". Sin duda, acciones encaminadas a empoderar la capacidad de los más jóvenes a desplazarse por la ciudad de forma autónoma y, reivindicando al mismo tiempo, un derecho universal que es e de moverse libremente disfrutando de los espacios públicos sin contaminar y invirtiendo en salud. La autonomía infantil entendida como un derecho básico sustraído a la infancia hace años y que atesora las bases sociales y convivenciales de la ciudad del mañana. Sobra decir que en este aspecto, estamos muy a la cola con respecto a otras ciudades europeas.
Llama la atención la simbiosis no solo entre la propia comunidad educativa, que establece en estos centros incluso un diseño curricular específico, sino la colaboración firme del consistorio madrileño que, lejos de replegarse, percibe y entiende necesarias las contradicciones que salen a relucir cuando los pequeños intentan salir a la calle solos. Un ejemplo lo encontramos en las diletantes infraestructuras y la organización de los lugares y no lugares urbanos, fieles reflejos de una mirada adulta y para nada condescendiente con la perspectiva infantil. Del proyecto, financiado íntegramente por Europa y desarrollado en 9 ciudades simultáneamente, destacan además la metodología claramente proactiva e inspirada en la capacidad reflexiva y creativa de los mismos destinatarios. También el tejido que engendran ya los grupos de trabajo, los encuentros entre profesores, las auditorías externas o personajes clave como los "advisors".
Todo ello no hace más que confirmar la necesidad de tratar una vez por todas la movilidad infantil como un hecho transversal y que afecta a muchas otras áreas de lo público. Que tomen nota otros consistorios de nuestro país.
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| Agentes involucrados en el programa de autonomía infantil de Madrid. Nótese la complejidad del proceso pero también la notoriedad y el carácter multidisciplinario que requiere tratar la cuestión de la movilidad en un ciudad. |
Por último, subrayamos uno de los mensajes que se compartieron en un encuentro en el que llamó la atención la presencia de bicicletas, jóvenes estudiantes, técnicos y profesores: el principal obstáculo para promover la autonomía infantil es la desconfianza. Lo que quiere decir que es el mismo ideario cultural y social de ciudad que hemos ido adquiriendo a lo largo de tantos años de rendición de cuentas al coche, el que nos impide detonar procesos ciudadanos tan bellos.
El proyecto Stars se puede consultar en: www.starseurope.org aunque existe información particular del proyecto madrileño en: www.eustarsmadrid.bblogspot.com.es
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