El aparcamiento se ha convertido
en uno de los ejes centrales de la actualidad local de Salamanca. En el campus
tenemos una negociación en marcha sobre la redistribución del tráfico
hospitalario que parece que gira en torno a la contraprestación que la
institución académica desea para mejorar la gestión del aparcamiento universitario.
En el parque de Garrido se planea otro
aparcamiento subterráneo que se suma a las 300 plazas ya habilitadas en superficie
y que, desafortunadamente, apenas ha generado debate. El parking de la Avda. de Los Comuneros ha
detonado inusitadas reuniones de la corporación local con algunos de los
sectores implicados en un contexto de psicosis post-gamonal.
Una actualidad basada en la
oferta de plazas de aparcamiento que no hace más que demostrar la relevancia de
este supuesto derecho a ocupar el espacio público muy en connivencia con la
intención electoral y poco o nada con el devenir urbano.
Para Salamanca en bici, el
aparcamiento es una cuestión fundamental pero no por la actualidad o la confrontación coyuntural, sino más bien por sus consecuencias a medio y
largo plazo. La gestión del aparcamiento
tiene para nosotros una relación directa con la gestión del tráfico y la interrelación
entre una y otra gestión parecen disociarse irremediablemente estos días, sin
cuestionar la pertinencia de un debate de fondo en el que se presenten
estrategias sociales y participativas de cómo queremos que sea nuestra ciudad. Y
más, la de nuestros hijos.
Con la mirada
puesta en el cortoplacismo, se están proponiendo proyectos única y
exclusivamente dirigidos a facilitar el aparcamiento como la única panacea para
inyectar clientes en el comercio local y “turismo” en la almendra central, y
ello nos preocupa por cuanto no es la solución definitiva. Compartimos algunas reflexiones al respecto:
1. La peatonalización del centro
de la ciudad a lo largo de estos últimos 20 años ha permitido la consolidación
de un entramado de comercial en calles peatonales que, si bien existían antes
de la restricción al tráfico, ahora se han visto reforzadas y complementadas
por otro tipo de comercio. Llama la
atención la oposición de los comerciantes a dichos cambios en aquellos momentos
y que la realidad actual poco o nada tiene que ver con sus visiones
apocalípticas.
Moraleja 1: los
comerciantes no son un buen indicador pero sí corriente de opinión.
2. El aparcamiento subterráneo de
la Avda. de Portugal es un antecedente muy similar que nos podría dar pistas
sobre qué repercusiones ha tenido en el comercio de dicha avenida. Hasta ahora
no hemos visto datos al respecto y tal vez convendría conocer de cerca qué ha
pasado con el comercio local en una calle donde no hay aparcamiento de
superficie.
Moraleja 2: tenemos poco o escaso
sentido común a la hora de comprobar y evaluar políticas y menos aún memoria.
3. En relación al punto anterior,
Salamancaenbici propone la realización
de una encuesta a comerciantes y clientes en la Avda. Portugal sobre cómo
acceden desde el punto de origen (sus casas) a las tiendas (caminando, a
pie, en bus…) y contrastarla con la percepción de los comerciantes. Posiblemente se demostraría que muchos
comerciantes están equivocados sobre cuál es el medio de transporte que sus
clientes utilizan.
Moraleja 3: miedo a conocer la
realidad.
4. Las obras del parking de Comuneros no parecen tan inocuas para las
arcas públicas ahora que el Ayto. ha dejado entrever ayudas al comercio durante
el tiempo que duren las obras. Circunstancia que sí acarreará por lo tanto un
coste público para todos los
salmantinos. Paradójica situación,
cuanto el consistorio se ha apresurado a acallar las críticas afirmando que no
tendrá ningún coste para los salmantinos.
Moraleja 4: Todos pagamos todo.
5. El único comercio que se apoya
única y exclusivamente en el transporte privado es el situado a las afueras en
grandes área comerciales, donde aparcar –como sabe todo el mundo- es gratis. En los centros históricos esta dependencia
del coche está poco o nada estudiada, al menos en nuestra ciudad.
Moraleja 5: El coche manda en Salamanca.
6. Si como bien ha reiterado el
Ayto. en numerosas ocasiones: el PMUS es un plan inspirado en la participación
activa de todos los agentes sociales a través de mesas sectoriales; no
parece que el supuesto consenso del PMUS sea tal, ya que una vez se pone en
marcha, parece que ni vecinos ni comerciantes están muy de acuerdo. Una paradoja
local más a la que venimos asistiendo durante estos últimos tiempos.
Moraleja 6: Gobernar para el pueblo
sin el pueblo.
7. Desde luego, la propuesta alternativa de la parcela de
uso dotacional que propone Blogsalamank es para nosotros la ideal por su
menor presupuesto y por los efectos positivos que puede generar en un espacio
semiabandonado en la actualidad y pendiente de recuperación.
Moraleja 7: Lo alternativo no está
de moda por mucho que se hable de ello, y más, si procede de una ciudadanía concienciada. Ver también moraleja anterior.
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