CARRILES BICI GORDIANOS

La nueva ampliación de los itinerarios ciclistas de Santa Marta (Salamanca) ha generado algún que otro revuelo en las redes sociales durante los últimos días.  Se trata de una ampliación que el actual gobierno municipal pretende llevar a cabo con un bajo coste ya que aprovecha pavimentos existentes y también espacios principalmente peatonales a lo largo de aproximadamente 1.100 metros.

El nuevo tramo unirá los dos tramos ciclistas ya existentes en el municipio. Uno al Este de poco más 300 metros y que discurre a lo largo de la Avda. de Madrid y el otro -al Oeste- un itinerario que parte de la Aldehuela y a través del puente de la Serna primero y luego por la Avda. de la Serna, llega hasta la entrada al casco urbano de Santa Marta por la Avda. de Madrid.  La desconexión entre estos dos tramos a lo largo de la Avda. de Madrid es de apenas 600 metros, un recorrido que es la arteria principal de Santa Marta. El nuevo itinerario planteado dilata en cambio esta distancia hasta los 1.100 metros debido a que en ningún momento se utiliza esta avenida principal. Se usan inexplicablemente calles secundarias y parte del paseo fluvial de exclusividad peatonal que ha ido creando el municipio en los últimos años en un intento por no dar la espalda al Tormes.

La pregunta que nos surge es ¿por qué habiendo un trazado rectilíneo que uniría los dos tramos de carril bici actualmente en uso y que vertebraría la ciudad, se considera sin embargo un itinerario intrincado y perjudicial para el tránsito peatonal que poco o nada tiene que ver con la lógica aplastante de la recta que une dos puntos?

En gran medida, este tipo de decisiones son contraproducentes para el impulso de la bicicleta por cuanto relativizan la necesidad de desplazarse en bicicleta de una forma rápida y segura.  Mientras los trazados de los carriles segregados para bicicletas sean intrincados, pocas personas optarán por la bicicleta como medio de transporte competitivo para ir a trabajar, estudiar o comprar. Y sí en cambio -aspecto que  no obstante nos parece positivo- para pasear los fines de semana y eliminar ciertas calorías.  Además, las áreas peatonales ya deberían ser "ciclables" evitando señalizarlas o convertirlas en exclusivas para no crear polémicas a las que ya estamos desafortunadamente bien habituados ciclistas y peatones. 

La otra pregunta que se desprende de lo anterior es ¿cuál es pues la funcionalidad que los responsables de esta ampliación quieren darle al nuevo tramo ciclista: la utilitaria o la recreativa? Lógicamente la recreativa parece ser la causa de la inversión y ello demuestra una vez más la mirada sesgada de las políticas ciclistas en nuestro país. Un ejemplo clarividente del escaso pragmatismo en el diseño de redes ciclistas es la actual red ciclista de la capital salmantina: un anillo ciclista concebido para el uso recreacional y que poco o nada tiene que ver con la mirada que requiere una gestión moderna y útil de la movilidad. ¿por qué entonces no termina de despegar el uso de la bicicleta en Salamanca como en otras ciudades?   Entre otras cuestiones porque efectivamente las infraestructuras ciclistas no están pensadas para un uso utilitario de la bicicleta.

En amarillo carril bici existente. Nótesen las desconexiones al Oeste. En rojo carril bici previsto por el municipio de Santa Marta (Salamanca) y en verde carril bici natural.

Algunos dirán que la Avda. de Madrid no tiene espacio suficiente para incluir un carril segregado para personas en bicicleta. Cierto, no lo hay. Pero... ¿y si no se segrega? Nosotros apostaríamos por integrar en algún punto de este recorrido a la bicicleta con los demás medios de transporte. Si bien es cierto que cuando se reformó la avenida, allá por los inicios de la primera década pasada, se mejoró notablemente la calidad "estancial" de un núcleo urbano castigado históricamente por un denso tráfico (incluyendo camiones a todas horas) y que además dejó tras de sí un alto coste en vidas humanas, nunca se tuvo en consideración la oportunidad que brinda la bicicleta en esta ciudad separada tan solo 3 km. en línea recta del centro de la capital salmantina.  Una gestión inteligente de la movilidad hubiera puesto empeño en hilvanar hace ya años un trayecto lo más rectilíneo posible entre Santa Marta y Salamanca.  De hecho está ya parcialmente acabado a falta de conexiones de urgencia (Puente de La Serna con Avda. de la Aldehuela o pasarela de La Fontana con Paseo Fluvial) y sobre todo una promoción institucional de gran calado.

Va siendo hora (2013) de que en España se planteen carriles mixtos y de coexistencia en los que las personas en bici puedan equipararse al tráfico motorizado. Esto solo es posible como es de imaginar en aquellos tramos donde la intensidad y la velocidad del tráfico motorizado tengan unas características particulares. Es decir, al menos dos: poca densidad y baja velocidad. El caso de Santa Marta bien podría ser del que hablamos. Una reducción de la velocidad a 30 km/h y una buena señalización junto a otra destinada a desplazar o disuadir el tráfico que innecesariamente atraviesa la ciudad, generaría el caldo idóneo para que un nuevo tramo de carril bici pudiera atravesar la ciudad por un itinerario lógico y con sentido común sin peligrosidad y alta eficacia para los que pedalean.  La coexistencia del tráfico ciclista en dos carriles unidireccionales por cada carril mejore además la accesibilidad de los tramos ciclistas. 

No es que deseemos malos augurios a la nueva iniciativa, pero sin duda alguna lo que sí tenemos claro desde Salamancaenbici es que esta inversión no generará los cambios necesarios para impulsar de una vez por todas una sociedad más justa consigo misma y razonablemente más moderna.