Hace unos días comentábamos en www.salamancaenbici.com cómo algunos viarios urbanos estaban sobredimensionados. Ya que el tema ha generado debate queremos demostrar que efectivamente se puede transformar una rotonda desde otra perspectiva. Simplemente considerando la ampliación del tránsito peatonal -tanto para caminar o estar- como una necesidad vertebradora de la ciudad amable y moderna y en claro contraste con una visión excesivamente "cochista".
Lo único que hemos hecho es desplazar el eje central de la rotonda hacia uno de los laterales apoyándonos en una obligada reducción del espacio central (que nos parecía asombrosamente excesivo) no apto para el disfrute de las personas. Para ello, hemos respetado la anchura de los carriles para permitir el paso de vehículos pesados que, además, suele ser el pretexto más habitual de los técnicos a la hora de diseñar este tipo de infraestructuras sobredimensionadas.
Lo que queremos demostrar con esta transformación a modo de simulación es que los espacios "verdes" de las rotondas no tienen uso práctico y que pueden disminuirse en favor del uso peatonal, bien para pasear, jugar o, sencillamente para el uso público, sea cual sea.
Existen muchos otros casos en los que salamancaenbici ha reparado y por eso este es tan solo un ejemplo perfectamente viable y que se debería tener en cuenta para el futuro. Todo depende de que, tanto técnicos como la ciudadanía, entienda que el "verde" de una rotonda debe ser el mínimo posible en pro de una mayor funcionalidad y pragmatismo social. Desafortunadamente, esta rotonda de la Avda. Comuneros es de reciente firma.
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