Hay mucho de qué hablar en relación a las sinergias que se crean entre la bicicleta pública y privada. Pero ahora solo nos vamos a fijar en un caso concreto. La estación de Autobuses. Se trata de un lugar estratégico para los transportes y, aunque casi ni lo pensamos, Salamanca en una de las pocas ciudades -posiblemente a escala mundial- en la que la estación de autobuses está por un lado y la de trenes por otro, en esquinas totalmente opuestas. Cuando la lógica aplastante haría pensar que ambos nodos de comunicación deberían estar juntos, Salamanca no los podía tener más separados.
Anécdotas aparte, el campus y varios centros educativos han hecho de este barrio un área con vitalidad donde habitualmente se ven personas caminando y el pequeño comercio aún persiste. La afluencia de gente joven hacia y desde el Campus todos los días de la semana y el polo de atracción que supone la estación de autobuses hacen de este barrio un lugar amable. Solo habría que exceptuar (1) la mala ordenación del tráfico sobre todo en horas punta y (2) la baja calidad arquitectónica de los edificios del sindicato vertical que, aunque inspirados en una ciudad jardín, y con no más de 3 plantas, sus vecinos nunca han sabido aprovechar las posibilidades de embellecer los espacios públicos con jardines, espacios lúdicos o intervenciones artísticas.
A pocos metros de la puerta de la estación de autobuses (por cierto, pendiente de remodelación desde hace años) se ha instalado una estación de SALENBICI (la habéis visto fotografiada en la entrada anterior). Se trata de un lugar que para nosotros podría ser el ideal aunque sobre una acera más amplia y remodelada tendría más entidad y sería más cómoda. Daros cuenta de que frente a la estación hay más viario del que hace falta, está sobredimanesionado el tramo frente a la estación. Pues bien, se trata también de las pocas estaciones de autobús que no tiene aparcamiento de bicicletas. Es curioso que haya tenido antes una base de SALENBICI que un aparcamiento para bicicletas privadas. Hay algunos que han llegado a decir que para aparcar ya está el de la Escuela Oficial de Idiomas. Si comentarios.
Desde nuestra experiencia y mientras no cambien las cosas, la farola donde se ve la bici aparcada es un buen lugar, aunque también recomendamos la baranda de color verde que protege el cruce con la calle La Alberca (justo delante de la entrada al mercado Municipal de San Bernardo) o, directamente, METER LA BICICLETA EN LA ESTACIÓN (si no vas a viajar claro). Si alguien os lo prohíbe, se pide el libro de reclamaciones y se envía un correo a las asociaciones de bicicleta salmantinas.
El aparcamiento de bicicletas de cualquier estación de autobuses debería estar dentro. Hay espacio suficiente y es un lugar seguro porque está siempre vigilado.
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Salamancaenbici es un espacio abierto en torno a las dos ruedas y a la ciudad. Una ciudad con más bicis es más ciudad.